Una piel delgada puede complicar levemente una operación de nariz. La forma nasal se rige en gran parte por el tamaño y la forma del esqueleto nasal subyacente. Como consecuencia, la rinoplastia está dirigida en gran medida a la modificación de ese esqueleto nasal con el fin de lograr una apariencia externa más deseable. Sin embargo, debido a que el marco esquelético está cubierta por la piel y los tejidos subcutáneos, como el músculo y la grasa, la forma del esqueleto nasal tiene muy poco parecido con el aspecto externo común de la nariz.
Dado que la piel que lo recubre sirve para alisar, suavizar, ocultar y cambiar la forma del marco esquelético, y debido a que afecta a algunas zonas más que otras, los efectos que vayan a modificar la piel deben tenerse en cuenta en cada modificación del esqueleto si el contorno nasal deseado se materializa.
Aunque la piel de la nariz rara vez es modificada en la rinoplastia estética, la importancia quirúrgica de la piel que recubre a la nariz no puede ser subestimada. Y en el caso de algunos pacientes, los efectos sobre la piel son mucho más difíciles de predecir o controlar.
Espesor de la piel nasal
Tal vez la característica más importante de la piel nasal cuando hablamos de rinoplastias es su espesor total.
La piel nasal de grosor intermedio con una tez suave y saludable es el tipo de piel menos problemático, mientras que los tipos de piel que se encuentran en ambos extremos, ya sean demasiado gruesas o demasiado delgadas, son los más problemáticos.
La facilidad de cicatrización y la elasticidad de la piel son otros dos factores importantes que pueden influir profundamente en el pronóstico quirúrgico.
Piel nasal ultradelgada
Para los pacientes con la piel ultradelgada, las incisiones tienden a sanar con una cicatriz mínima y la inflamación quirúrgica generalmente se resuelve con prontitud, pero la piel ultradelgada ofrece una pobre capacidad para ocultar las imperfecciones del marco esquelético.
Incluso las imperfecciones menores del esqueleto son evidentes durante la inspección, ya que podría compararse con un pañuelo de papel mojado.
Otra desventaja de la piel delgada es la tendencia a reducirse después de la manipulación quirúrgica. El proceso de contracción cicatricial postoperatorio, a veces llamado fenómeno ”shrink-wrap”, puede distorsionar la fuerza del marco nasal, lo que lleva a deformidades progresivas y antiestéticas.
Por esta razón, el mayor desafío quirúrgico en pacientes con piel excepcionalmente delgada es lograr un marco esquelético perfectamente liso y resistente, o si esto no es posible, aumentar artificialmente el grosor de la piel para disimular mejor las imperfecciones esqueléticas.
Modificación de la piel nasal
La piel nasal se puede espesar artificialmente en algunos pacientes con la adición de injertos subcutáneos procedentes de la dermis, la fascia o el pericondrio, pero la supervivencia del injerto requiere un suministro de sangre cutánea sana.
La piel delgada también es más propensa al enrojecimiento y la formación de venas tipo araña, aunque los tratamientos vasculares con láser son a menudo eficaces en la eliminación de estos problemas después de la cirugía.